Trabajar en la marca personal ayuda a ganar confianza y seguridad en uno mismo.
Todos y cada uno de nosotros somos un conjunto de valores y defectos que compartimos con los demás.
Sin embargo, en ocasiones la percepción que tenemos de uno mismo no coincide con lo que los otros ven. Definir lo que somos y a lo que aspiramos es un factor clave dentro de la socialización, lo que es un proceso fundamental para el desarrollo.
Es precisamente la marca personal la que permite este conocimiento y crecimiento interior.
La autoestima es un cúmulo de sentimientos, percepciones, comportamientos y maneras de pensar que afectan a nuestra forma de ser, de entender el mundo y entendernos a nosotros mismos.
La marca personal tiene una gran relación con cómo nos sentimos y cómo ello se proyecta en los demás.
Cada uno ha de encontrar esos tres valores que le distinguen de otros y proyectarlos en todos los campos posibles: al hablar, en la apariencia, en una web, en una tarjeta de visita y, especialmente, en el comportamiento tanto personal como en las redes sociales.